La técnica para que tu hijo no llore: El Frasco de la Calma
Te contamos de qué se trata ésta técnica que está revolucionando internet. Para que las rabietas se terminen. ¡Funciona!
Se trata de una técnica muy simple que está generando grandes resultados para que los niños dejen de llorar durante rabietas. Simplemente se trata de que contemplen un frasco muy especial, llamado el frasco de la calma.
De qué se trata la técnica del Frasco de la Calma
Simplemente es un frasco de plástico o vidrio, que se llena con agua, brillantina y pegamento. Lo que debes hacer es agitarlo frente a sus ojos y el pequeño se distraerá de su rabieta y comenzará a prestar atención al frasco.
Ésta técnica no sirve sólo para que dejen de llorar, sino para que puedan aprender a relajarse, cuidar la respiración y reducir la ansiedad ante situación que no sean de su agrado. Es una buena manera de bajar las emociones explosivas.
Con la aplicación de ésta técnica, tu niño aprenderá a moderar su carácter y reflexionar más ante sus emociones.
Ten en cuenta que no es un castigo, es una técnica.
A los adultos nos cuesta mucho controlar el estrés y nuestra ira, por eso es importante que desde chicos puedan comenzar aprender a cómo controlarse en situaciones de estrés o de desánimo.
Qué hay detrás del frasco de la calma
Se trata de una técnica de relajación, que consiste en la contemplación de objetos. Como puede ser la meditación, el yoga o mirar una vela, el frasco de la calma, es un objeto adaptado a captar la atención de los niños y que puedan centrarse en contemplar un objeto que les guste.
Al contemplar el frasco, los niños estarán brindando a su sistema nervioso central, un estímulo concreto.
Cuando un niño está en plena rabieta, su ritmo cardíaco y la respiración se acelera y su mente se bloquea.
Mientras el pequeño mira y juega con el frasco, su ritmo cardíaco disminuye, generando un estado de mayor tranquilidad, logrando así la calma.
También tengamos en cuenta que cada niño es único y no todos reaccionan igual frente al frasco de la calma. Es por eso que te animamos a tener paciencia si no funciona en los primeros intentos.
Es una técnica que se aconseja ser usada entre los 2 y 5 años.
Receta para el Frasco de la Calma
Para hacer el frasco necesitarás:
• 1 frasco de plástico o de vidrio transparente con tapa
• 1 o 2 cucharadas de pegamento con brillantina
• 3 o 4 cucharaditas de brillantina del color que quieras
• Puedes agregar formas, estrellitas, corazones, lo que quieras
• 1 gota de colorante para alimento
• Agua caliente
• Champú infantil transparente
• Cola caliente
Dentro del recipiente (se prefiere de plástico para que no se rompa), colocamos todos los ingredientes. Trata de dejar un dedo de distancia para que se pueda mezclar todo cuando se agite.
Es importante que no reemplaces ningún ingrediente, porque están pensados por su diferente densidad y velocidad, para lograr el efecto buscado.
Una vez que tenga todo, sella la tapa con silicona o pegamento, para que no se pueda abrir.
¡Listo! Ya tienes un hermoso frasco de la calma.