Cómo Evitar la Deshidratación de un Bebé

  • Home
  • Bebés
  • Cómo Evitar la Deshidratación de un Bebé

Cómo Evitar la Deshidratación de un Bebé

Conoce cómo mantener a tu bebé bien hidratado.

Si acabas de tener un bebé hay signos de los que debes estar pendiente para que no se deshidrate.

Cuando de bebés recién nacidos se trata, muchas cosas pueden afectar su salud, la deshidratación es una de ellas, sobre todo los primeros días de vida, por eso, hay señales a las que debes estar atenta, para detectarla a tiempo y evitar complicaciones futuras.

La falta de experiencia presente en madres primerizas es un factor de riesgo, debido a la falta de preparación en cuanto a lactancia materna respecta, también lo son:

1.El tener los pezones planos o invertidos, puesto le resulta imposible al bebé poder alimentarse.

2.Alguna cirugía en los senos, dolores o grietas en los pezones

3.La pre-eclampsia o alguna otra complicación durante el embarazo o parto

4.Enfermedades en la madre que pudieron afectar al bebé durante su gestación o lactancia, como diabetes, obesidad, etc.

5.Un parto por cesaría

Alertas O Síntomas 

Si presentas alguna de estas patologías debes estar atenta de sus posibles reacciones, sobre todo durante sus primeros días de vida, como por ejemplo:  

•La piel tiende a verse más pálida o seca, al igual que los ojos, lengua y labios

•Una piel reseca pierde su esponjosidad y si la pinchas con el dedo no vuelve a su lugar.

•Orina oscura y deposiciones duras

•Pérdida de peso

•Bebé apático, somnoliento y con poco llanto; o por el contrario, muy llorón y malhumorado.

Estos son solo los principales síntomas que presentaría, en caso de deshidratación, y de ser así, debes acudir inmediatamente al médico, pues necesitaras asesoría y apoyo  profesional para que este problema no siga empeorando. 

Unirse a algún grupo de lactancia, o asesorarte con mujeres que ya hayan pasado por este periodo, es una excelente forma de estar preparada. 

Aunque esos primeros días son agotadores para toda madre, debes estar muy al pendiente, ya que una vez detectado el problema a tiempo, se controla con facilidad y sin repercusiones en la salud de tu bebé.